La colaboración entre Fermín Jiménez Landa y Lee Welch, es un caso único en el ciclo: no se conocían antes de recibir la invitación para participar en Amikejo. Como dos interlocutores diplomáticos, los artistas han tenido que entablar un conocimiento personal y artístico a lo largo del proceso creativo antes de poder emitir lo que podría considerarse una declaración conjunta fruto del pacto y la negociación. Jiménez Landa y Welch optaron por abordar su negociación en torno a la idea de lo 'anómalo', en relación con el concepto de la micro-nación, sugerida por el título del ciclo, y los mecanismos que definen la soberanía – fronteras, filatelia, himnos, banderas y demás.
Su proyecto comprende una constelación de diversos elementos performativos, discursivos y expositivos, algunos de los cuales han sido desarrollados en el propio espacio a lo largo de las semanas previas a la exposición; mientras que otros han sucedido en ubicaciones remotas, o existen sólo en la imaginación. El espacio expositivo estará ocupado por una serie de plataformas y un marcador fronterizo que conformarán un espacio de reunión y debate. Asimismo, se ha convocado a una banda de León para que componga e interprete el himno nacional de un nuevo Estado insular independiente. A modo de acompañamiento, otro elemento comprende una colección de cartas remitidas por los artistas con sellos cuyo diseño fue concebido como una broma privada en torno a Moresnet, la república predecesora de Amikejo. La empresa conjunta de Jiménez Landa y Welch pretende propiciar un debate sobre la sensibilidad privada y la acción pública, explorar la manera en que el arte puede generar un nuevo entendimiento, recuerdos y posibilidades comunicativas en conjunción con su público.
En enero 2012 estará disponible la publicación del ciclo por Mousse Publishing.
Para el tercer capítulo del ciclo Amikejo, uqbar (la colaboración ocasional entre las artistas Irene Kopelman y Mariana Castillo Deball) explora la idea del trabajo colectivo como tema en sí mismo. Los "intercambios, mutaciones, transmutaciones, metamorfosis y contaminaciones implícitos en el trabajo conjunto... los híbridos que creamos juntas, que no pertenecen a una ni a otra sino que más bien generan una zona intersticial," en palabras de las propias artistas.
La exposición se basa en el principio de la quiralidad: la propiedad de un objeto que no se puede superponer sobre su imagen especular. La exposición se compone de una escalera espiral, desde la que se podrán observar otros artefactos y objetos. Uqbar ha creado un ecosistema quiral psicodélico, con esculturas de epífitos en papier mâché y microfósiles de piedra ampliados, así como "dibujos de árboles banianos, un vídeo de una reacción química, fábulas de entes no-humanos y dibujos de criaturas híbridas".